Aesop es una marca australiana para el cuidado de la piel, el cabello y el cuerpo fundada en 1987. Este año finalmente llegaron al continente americano con un kiosko dentro de la terminal Grand Central en Nueva York, diseñado por el director de la empresa, Dennis Paphitis, y un arquitecto basado en Brooklyn, Jeremy Barbour, de la firma Tacklebox. El kiosko fue hecho con más de 1000 copias viejas recicladas del periódico New York Times, bañadas en aluminio, ya que el kiosko es un lugar para información y para dar a conocer la marca en los Estados Unidos. Este mes se espera que Aesop abra boutiques en los barrios neoyorquinos de Nolita y Univeristy Place.
Sitio web de Aesop
Fotos de Juliana Sohn via Dezeen
Saran Yen es un estudiante de diseño en Konstfack Design School (Estocolmo) proveniente de Tailandia. Después de explorar con el diseño de modas y la ilustración, ha creado esta instalación titulada Cheap Ass Elites para hacer una crítica a los estándares sociales que separan lo “bueno” de lo “barato”, dando como resultado una colección de objetos estéticamente hermosos que provienen de los desechos y restos de trastos inservibles para otras personas. www.saranyen.com
Fotos vía Yatzer
¿Dónde están mis Barbies? De seguro es la pregunta que se hacen la mayoría de las mujeres cuando ven estas sugestivas joyas elaboradas con partes de la inconfundible ‘princesa de plástico’.
A partir de la reutilización y el reciclaje de materiales, la joven diseñadora Margaux Lange, ha sabido reintegrar de manera única y original un icono universal para distintas generaciones de niñas.
‘Barbie jugó un papel fundamental en alimentar mi creatividad a medida que crecía, una herramienta invaluable en mi niñez que irónicamente se convirtió en parte de mi adultez’.
Adaptando sus creaciones a la realidad actual, Margaux deja el pudor de lado, deconstruyendo e incorporando las partes íntimas de Barbie y su novio Ken.
Sin duda, para algunas mujeres puede parecer insólito usar aros hechos con orejas, pulseras hechas con manos, collares con ojos, cabezas, pies y bocas, pero al menos deben estar seguras que no pasarán inadvertidas. www.margauxlange.com
(Por Dana Radic)
La reciente inauguración del High Line en Nueva York ha sido una de las remodelaciones urbanas más anticipadas desde que se aprobó, en 2002, la transformación de la antigua línea de trenes de carga en un parque público. Tras años de conflictos entre aquellos que calculaban el valor de mercado de los lotes bajo las líneas férreas y abogaban por su demolición –ya décadas después de que el último tren cruzó por sus rieles en los años 1930– y los románticos visionarios que imaginaban un reciclaje arquitectónico y un nuevo espacio público para los neoyorquinos, la primera sección del High Line se abrió al público en junio de 2009.
El camino elevado ofrece a las personas una combinación de jardín público, observatorio privilegiado y espacio para arte exterior. Además, representa para los barrios adyacentes una reactivación completa de la zona. El diseño del parque fue la propuesta ganadora de los arquitectos paisajistas James Corner Field Operations junto con los arquitectos Diller Scofidio + Renfro, elegida entre 720 equipos de 36 países que sometieron sus ideas a un concurso abierto.
El diseño, que combina flores y plantas con sillas fijas y móviles, y caminos ondulantes en concreto y madera, refleja las nuevas tendencias en construcciones contemporáneas que incorporan materiales naturales y buscan reflejar una mayor conciencia ecológica. La culminación de la segunda parte del High Line está proyectada para el 2010. (texto y fotos por Paula Kupfer) www.thehighline.org/