Para presentar la colección Haute Couture Otoño-Invierno de CHANEL, Karl Lagerfeld escogió la noche y el atisbo del crepúsculo. La decoración era blanca dividida por el metal negro y con frascos inmensos de Chanel N°5 que se elevaban por el cielo para “darle valor al más mítico de todos los perfumes” expresó el modista.

Una verdadera actitud se deriva de esta colección, « un efecto gráfico sin estorbos” declara Karl Lagerfeld. Para acompañarle, el modista a imaginado siluetas con líneas asimétricas, el rostro velado de campanas en tulle bordado con clavos y cristales, « es una velada de coquetería, que crea un misterio… es agradable de todas maneras de ver y de no haber sido visto”. Tanto para el día como para la noche, el negro se disputa contra el azul marino. Piezas blancas son seguidas de marrón, ocre, carmín, y de chaquetas, abrigos, y vestidos bordados con piel de cebellina, o con print de leopardo o lamé. Adornado con plisados deshilachados y ondeantes y botones con joyas, las piezas de noche muestran una mezcla de audacia y sujeción, de simplicidad y suntuosidad. Puntadas de perla, piedras negras, hilos dorados y cuentas plateadas, hay bordados aquí y allá. Discos, espirales, chiffon, terciopelo y falla fueron utilizados para crear esta colección.

La nueva colección de Chanel Haute se compone de una elegancia llena sorpresas, hasta el momento en que la novia mágica aparece en el interior de una de las botellas de CHANEL N°5. Es un universo noble, elegante de la “pureza gráfica”.